Conducta y educación en las artes marciales - Wushu

     Todo arte marcial tradicional además de sus técnicas tiene unos comportamientos y una manera de ser muy clara y definida que responde a las ideas de los fundadores del estilo de las artes marciales y a las corrientes filosóficas de la cultura del país de origen. Estos principios son fuertes y estables tras generaciones de practicantes buscando elevar a la persona (artista marcial) por encima del hombre común en cuanto a educación y comportamiento.

    Se convierte en una forma de vivir, sentir y actuar en las situaciones de la vida y en las relaciones con los demás seres. En un arte tradicional como el Wushu se habla y se enseña respeto y comportamiento de una manera recta, a dar siempre lo mejor de uno mismo en las buenas circunstancias y cuando las cosas hay que lucharlas, se habla de humildad pero no de servilismo, de valentía pero no de brutalidad, de lealtad con el Maestro, la escuela y los compañeros, lo cual después se traslada a la familia y amigos. Se forja la voluntad a través de un entrenamiento físico y mental y se desarrollan las habilidades. Se enseña a valorar las cosas porque en todo hay que invertir tiempo y esfuerzo. Se sabrá actuar en las situaciones límite con una mente templada y una amplia visión.

    La educación marcial tradicional nos tiene que dar ese punto de elevarnos como seres humanos, hacernos mejores, más respetuosos y compasivos, ser un punto de referencia para los que están cerca y para los que vienen detrás. Ser pilares de fuerza en la sociedad actual, ser cortés con todo el mundo, no menospreciar a nadie y buscar la armonía interna y externa.